viernes, 29 de febrero de 2008

¿Quién me autoriza? por Mariano Conterjnic


¿Quién me autoriza?

Sobre la autoridad docente


Hace unos años empecé con una suplencia en un Liceo en un tercer año en la materia educación cívica. Antes de presentarme se acercaron muchos colegas y preceptores que trabajan en otra escuela conmigo para manifestarme (y prevenirme) que “es un curso numeroso”,“los chicos son bravos”, “empezá pisando fuerte”,”no dejes espacios vacíos porque hablan y se distraen con facilidad, no dejes que te amilanen y te pasen por arriba…”, etc. Ante tal descripción el desafío me fascinó y pensé con que grupo-clase me encontraría y si era pertinente tomar en cuenta estos indicadores y recomendaciones dadas, sin duda , desde la buena fe de mis compañeros.

El jueves empezó la suplencia y antes de entrar la preceptora hizo poner de pié a los alumnos para saludar, había mucho bullicio y esperé el silencio para llevar a cabo esta tarea. Algunos ni se paraban, otros hablaban entre sí, entonces sentencié que cuando estuvieran parados y en silencio, los saludaría. Situación que se logró.

A continuación empecé con el tema de la clase que era salud, con una exposición dialogada y confeccionando un cuadro sinóptico en el pizarrón, pero seguían dialogando y la participación era desordenada, por lo tanto suspendí la explicación y les propuse que levantaran la mano para participar y no hablaran entre ellos, porque lo que ocurriría es que la explicación no tendría sentido y por lo tanto cambiaríamos la dinámica de la clase.

Algunos levantaban la mano y otros seguían hablando entre sí, ante lo cual sentencié que ante dos interrupciones más suspendería la explicación y cambiaríamos la organización de la clase. Situación que ocurrió, ante lo cual dicté un trabajo práctico sobre el tema que estaba desarrollando y les propuse seguir con otro tema ( el que se estaba tratando lo investigarían ellos para el próximo encuentro), que si se repetía el hecho, interrumpiría y cambiaríamos nuevamente la actividad de la clase.

La clase siguió correctamente, pero algunos hablaban y yo los miraba de forma seria ( y creo, sinceramente amenazante), ante lo cual un alumno (uno de los más ruidosos y desafiantes, que cuando firmaba el libro la preceptora me dijo que tuviera cuidado con él, que era uno de los más pesaditos) levantó la mano y me pidió hacer un comentario que nada tenía que ver con el tema salud y fue el siguiente: “profesor ud. necesita demostrar con estas actitudes demostrar su autoridad ante nosotros”. En la inmediatez de la clase (paradigma ecológico) respondí: “No hay nada que demostrar, yo tengo una autoridad que emana de un poder que me otorga ser profesor y que implica con uds. una relación desigual y asimétrica, ya que no ocupamos el mismo lugar ya que yo estoy aquí para enseñarles y uds. para aprender…” Ante tal respuesta el alumno respondió que era sólo para saber , pregunté a todos si quedaba claro mi planteo y entonces continuamos con la clase.

La situación planteada me generó varios interrogantes para seguir pensando la experiencia:
¿qué permitiría en la clase (ampliación de lo posible: Estanislao Antelo) y qué no y por qué?

¿tendré que persuadirlos y seducirlos (Emilio Tenti Fanfani) para llevar a cabo la tarea?

¿por qué requería del silencio y la atención de los alumnos? ¿a qué autoridad interna (eficacia simbólica) respondo desde el rol de profesor?

¿mi autoridad era natural (entonces bastaba con mostrarla) o artificialmente construida para la clase (entonces necesitaba demostrarla)?

¿los comentarios de mis colegas generaron que empezara la clase con los tapones de punta y a la defensiva? ¿podía evitar dicha influencia?

¿porqué uno de los alumnos más conflictivos del curso me hacía esa pregunta y no otro?

¿porqué cambió la dinámica con esa aclaración que implicaba desocultar el poder y darle nombre (Marta Souto) y cómo un comentario “desconectado” del tema que estábamos tratando?

¿a qué tipo de autoridad responden los alumnos? ¿Es asimétrica cómo función adulta?

¿cómo serían las clases con la titular y su manejo del poder?

Para finalizar quisiera referirme a la diferencia entre mostrar y demostrar:
la primera implica comportarse de acuerdo a un oficio, calidad o dignidad (merecer algo) y la segunda probar la verdad de algo, sin que se pueda dudar de ello, seguir un razonamiento que produce la certeza sobre una afirmación (Gran Diccionario Salvat).

Finalmente….¿Mostré o demostré mi autoridad en la clase descripta?

1 comentario:

karina dijo...

Hola Profesor: Hace tiempo Ud fue mi profesor en el joaquín, dictaba una de las materias pedagógicas que yo recursé porque no me había gustado con la otra docente. Respecto a lo que escribió, creo que el alumno más "rebelde" era el mas crítico, (inteligente) por eso le hizo el planteo. Hay que evitar etiquetar previamente a los alumnos, no escribirles biografías predestinadas. Pero sobretodas las cosas hay que tener una sólida formación,estrategias pedagógicas y amor a la enseñanza y a los alumnos. Sino, no sirve ningún método.